Tecno-neuroética

Ingeniería en la ética

Neurociencia y Neuroética

La neurociencia se entiende como la disciplina que estudia el sistema nervioso y el cerebro desde su función, funcionamiento, química, cognición y comportamiento utilizando el método científico de observación, experimentación e hipótesis., es por tanto el papel de la ética de la neurociencia o neuroética estudiar desde un punto filosófico las implicaciones que los descubrimientos y aplicaciones médicas de esta ciencia, así mismo como su interacción con cuestiones legales y sociales. La neuroética ha de examiner como se han de tratar los descubrimientos los médicos, jueces, abogados y quienes elaboraran políticas públicas, una aplicación actual es la determinación de una persona diagnosticada con psicopatía, al ser esta una condición neurológica las implicaciones legales en como es procesada criminalmente en caso de un crimen son diferentes de una persona sin esta condición, esta condición por tanto implica que un juicio de valor se ve afectado por esta determinación médica. Considero que la neurociencia es una de las ciencias más jovenes que ha desarrollado la humanidad, aquellos descubrimientos que siga desarrollando la neurociencia van a afectar directamente a la sociedad, sus leyes y por su puesto la forma en la que la ética atiende estas situaciones particulares aún sin descubrir. En la neuroética se comprenden también dos ramas fundamentales (Roskies, 2002), ética de la neurociencia, y neurociencia de la ética; la primera desarrollando un marco ético a través de la investigación de la neurociencia y su aplicación a los seres humanos; siendo la segunda, al impacto del conocimiento neurocientífico en la compresión de la ética misma. Busco en este escrito formular ejercicios que exploren las posibles intervenciones de la ingeniería médica y tecnológicas en el cerebro y sus implicaciones en la modificación de diferentes verdades éticas y su compresión.

Modificación biológica

La modificación biológica o genética es una práctica que el ser humano a desarrollado desde el principio de su historia, yendo por modificaciones físicas sencillas como uso de ornamentos en la piel y expansiones, modificaciones de extremidades como los pies y cuello, pasando por modificaciones físicas modernas como es la lobotomía cerebral que buscaba atender problemas neurológicos como la histeria o depresión, pasando por la actualidad con fármacos que a su vez buscan tratar el comportamiento humano, buscando incluso modificar la conducta de personas agresivas o depresivas. Además de las condiciones fisiológicas y neurológicas, la ética también se ve afectada por las condiciones económicas y sociales, que un grupo pueda cambiar estas condiciones también altera los valores éticos de un grupo; si en un grupo nómada donde el alimento escasea, donde es necesario el desplazamiento constante de la tribu por amenazas externas, si un miembro es débil, se enferma o simplemente no puede continuar, la comunidad verá completamente válido tener que abandonar al miembro y tener que seguir; por otro lado, unas condiciones materiales abundantes sin ningún tipo de amenaza, la comunidad verá completamente incorrecto el desplazamiento de un miembro, ya que en estos dos escenarios la ética se ve afectada complemente por el ambiente. ¿Qué pasaría ahora si estas ahora estas condiciones vienen directamente de la neurología ó genética? Estudios recientes teorizan sobre la posibilidad de que un desequilibro bacteriano puede afectar el comportamiento de un individuo gracias a la actividad de estímulos neuroedócrinos y neuroinmunes que incluso pueden actuar de forma bilateral (Fuenmayor, 2022), su familia o incluso toda una comunidad; podríamos pensar entonces que incluso la ética ni si quiera es sólo creada o comprendida por los cerebros si no también por las condiciones bacterias en las que se desarrolla.

Ingeniería médica y genética

Si exploramos un poco acerca del futuro de la modificación biológica y genética, encontraremos un gran potencial por buscar modificar la conducta de las personas incluso antes de su nacimiento; la tecnología médica prometerá poder alterar el desarrollo del cerebro buscando eliminar potenciales enfermedades genéticas, pero no hay duda alguna que las empresas y las personas buscarán ser más visionarias, ofreciendo solucionar problemas neuronales, conductas agresivas, depresivas o con ciertas tendencias, favoreciendo tal vez ciertos valores que una comunidad prefiere sobre de otros, con esto se empezaría una era de la ingeniería ética y no sólo de la modificación de la mente, si no también de la futura integración de las interfaces cerebro-maquina. Dentro de este ejercicio también será importante considerar qué uno delos grandes peligros será el del poder que tendrán agentes para la modificación neurológica de un grupo, sistemas autoritarios podrían controlar desde la química del cerebro hasta la genética de sus poblaciones, lo que podría llevar a una potencial lucha de ideas y poderes sobre este control. Antes del llegar a este momento es que la ética de la neurociencia deberá responder las implicaciones éticas de ¿qué modificaciones neuronales deberán ser aceptadas o impulsadas?, ¿quienes deberán permitir esto, los estados, los mismos individuos?

En conclusión, la neurociencia y la neuroética son disciplinas que se entrelazan para abordar los desafíos éticos que surgen en la aplicación de los avances de la ciencia al sistema nervioso y al cerebro. La modificación biológica y genética, así como la ingeniería médica y tecnológica, tienen el potencial de modificar el comportamiento humano y las verdades éticas que rigen una sociedad. Es importante que la neuroética se anticipe a los desafíos éticos que plantean estos avances, ya que su uso indebido puede resultar en un control autoritario del comportamiento humano. Por lo tanto, es fundamental considerar las implicaciones éticas de la modificación neuronal, la aceptación de estas modificaciones y quién debería permitir su uso. La neuroética se enfrenta a un desafío cada vez mayor a medida que avanzamos hacia el futuro, y es necesario que los expertos trabajen juntos para garantizar que estos avances sean utilizados para mejorar la vida humana de manera ética y justa.

Referencias

  • Roskies, A. (2002). Neuroethics for the new millenium. Neuron, 35(1), 21-23.
  • Fuenmayor, L. R. (2022). Bacterial Involvement in Neuropsychiatric Disorders: From Gut to Brain. Frontiers in neuroscience, 16, 631611.
  • Farah, M. J. (2017). An introduction to neuroethics. Cambridge University Press.
  • Gazzaniga, M. S., Ivry, R. B., & Mangun, G. R. (2014). Cognitive neuroscience: The biology of the mind. W.W. Norton & Company.
  • Illes, J. (2006). Neuroethics in a new era of neuroimaging. AJOB Neuroscience, 1(1), 3-8.
  • Juengst, E. T. (1998). What Does Enhancement Mean?. In Enhancing Human Traits (pp. 29-47). Georgetown University Press.